domingo, 14 de diciembre de 2008
35. Nadie debería de comenzar su vida con desventajas. Por eso no deberían de poder heredarse riquezas.
Aparentemente los padres quieren que sus hijos tengan una mejor vida que la suya y están dispuestos a dedicar energía, recursos y tempo para lograrlo. Esto parece ser una actitud propia del ser padres. Si la sociedad quisiera impedírselos, los padres encontrarían distintas formas para lograrlo. Si se prohibiera heredar bienes, sería a través del empleo, patrocinio o algún otro el medio utilizado para darles ventaja. En los países socialistas, por ejemplo, los padres utilizan sus influencias para asegurarles un buen trabajo en el gobierno a sus hijos.
Los impuestos a las herencias son injustos desde la perspectiva de los padres. Ellos ganaron dinero y pagaron impuestos y tras su muerte, el gobierno desea cobrar impuestos nuevamente apoderándose de aquello que reunieron para dárselo a sus hijos. Los desalienta a generar riquezas y ayudar a la sociedad en el proceso. Desde el punto de vista de quien recibe la herencia, lo que se le quita de la herencia es dinero que podrían utilizar para invertir o comenzar una nueva empresa.
La acumulación de capital heredable se acumula y promueve el crecimiento económico. Si la riqueza no se pudiera heredar, la mayoría de las empresas familiares, incluyendo tiendas y granjas no podrían continuar tras la muerte, con la pérdida que ello representaría para la sociedad. Todos pierden con esto, no solamente los ricos, también sufrirían clientes y empleados.
En Gran Bretaña el aumento en los precios de los bienes raíces ha hecho que ahora los impuestos a las herencias también golpeen a personas de ingresos medios, en lugar de afectar a los muy ricos que era la intención del impuestos; los verdaderamente ricos planean con gran anticipación cómo evitar este tipo de impuestos. Este impuesto le hace más daño a la economía de este país y al bienestar futuro del que podría justificarse por el ingreso que genera.
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sábado, 6 de diciembre de 2008
34. La educación es un derecho, no algo que pueda comprarse y venderse.
La educación se vende y se compra. Cuesta dinero producirla porque se requieren de recursos y personal para proveerla. No debemos preguntarnos si la educación debe comprarse y venderse, lo que debemos preguntarnos es si debe dársele al gobierno el monopolio de dicha transacción.
Debe pagarse por la educación para que las personas se animen a producirla. Esto se puede lograr, aunque de manera ineficiente, haciendo que el gobierno decida la cantidad y calidad de educación que habrá de pagarse y cuánto habrá de cobrarse en impuestos para hacerlo. La educación entonces se coloca en la fila de cosas que requieren fondos públicos. El que se le destinen mayores recursos depende de la presión política y del nivel de impuestos que el gobierno crea que el público tolerará pagar. También depende del nivel de reclamo que el público haga el estándar que el gobierno logrará alcanzar.
De forma alternativa puede proveerse mediante mecanismos de mercado, en el que la gente pagando por ella lo que crean que vale y hasta un nivel que les resulte ventajoso. La gente que se involucra en proveerla para satisfacer la demanda e incluso obtener un beneficio. Una gran variedad de opciones estará disponible para una gran variedad de circunstancias personales. En ambos casos se trata de un servicio, no de un derecho. La gente tiene una escala de prioridades, deben decidir cuánto están dispuestos a gastar en vivienda, cuanto en bienes de consumo y vacaciones, y cuando ten servicios personales como la salud y la educación. Esto se logra deforma difusa e imperfecta a través del proceso político, en el cual las preferencias individuales deben promediarse.
La gente puede decidir que en una sociedad humanitaria, todos aquellos capaces de beneficiarse de la educación deben tener acceso a ella en niveles adecuados. En lugar de hacerlo mediante una intervención masiva de parte del gobierno, esto puede lograrse al asegurar que haya suficientes escuelas disponibles y ayudando a que quienes se considere merecedor de ayuda mediante becas y otros apoyos económicos.
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domingo, 9 de noviembre de 2008
33. Está bien que una persona sea enjuiciada dos veces por el mismo delito si se descubre nueva evidencia.
Algunos gobiernos han abandonado un importante principio legal: el de no juzgar dos veces a una persona por el mismo delito. La razón de este principio es el de impedir que las autoridades jueguen al gato y al ratón con el acusado, procesándolo varias veces con la esperanza de que sea encontrado culpable por un juez o jurado distinto. Si a la parte acusadora solamente se le da una oportunidad, deberá tener cuidado de preparar adecuadamente su caso y llevar al acusado a juicio solamente cuando tenga evidencia fuerte y convincente.
Si tuvieran nuevas oportunidades para hacerlo, no habría ningún incentivo para que la parte acusadora preparara su caso de forma diligente, o para reunir evidencia suficiente antes de proceder. Se animarían a iniciar un proceso aunque su caso fuera frágil a sabiendas de que tendrán nuevas oportunidades para intentarlo nuevamente en caso de fallar.
El principio de no juzgar a la misma persona dos veces por el mismo delito se ha debilitado en los Estados Unidos pues las cortes federales permiten juzgar nuevamente a una persona que quedó libre en un juzgado estatal con base en la misma evidencia. Se ha debilitado también al permitir que se realicen demandas por la vía civil tras un juicio penal que al concluir debería impedir acciones futuras. El permitir que una persona que ha sido declarada inocente en un proceso penal sea juzgada nuevamente debilita nuestra protección contra actos de autoridades opresoras.
Las personas sienten que se comete una grave injusticia cuando surge nueva evidencia en contra de alguien que ya ha sido declarado inocente en un juicio, sobre todo tratándose de un crimen grave. Pero los principios del derecho deben de estar por encima de casos individuales. Debemos aceptar que algunos culpables quedarán en libertad al mantener estos principios que protegen la libertad de todos los miembros de la sociedad. El destino de una persona no debe estar sujeta al capricho de una autoridad, sino protegido por la ley.
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viernes, 19 de septiembre de 2008
32. El que se pase constantemente de periodos de auge a periodos de crisis demuestra que el capitalismo está en crisis.
Bulle und Bär (Bull and Bear), Reinhard Dachlauer, Börse, Frankfurt am Main
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Los críticos del capitalismo presentan como evidencia de que se encuentra en “crisis” la volatilidad de los mercados financieros y de capitales. En realidad, el capitalismo siempre se está ajustando a nuevas tendencias y eventos, algunas veces de forma abrupta, a veces de forma gradual.
El capitalismo pasa por ciclos de negocios. Cuando la confianza es alta, el mercado florece, pero algunas veces los negocios se contraen y consolidan. A pesar de las fluctuaciones que se presentan, ha habido una tasa de crecimiento constante del 2% en promedio durante más de 100 años. Incluso la Gran Depresión de los años treinta no fue capaz de cambiar esa tendencia de largo plazo.
Las subidas y bajadas por el ciclo de negocios no representan una crisis del capitalismo. El capitalismo a mostrado que es capaz de sobrevivir a dichos ciclos. A pesar de ellos, la sociedad se vuelve cada vez más rica y los estándares de vida y la riqueza llega a todas las clases.
Los gobiernos han distorsionado estos ciclos al manipular la economía con objetivos electorales. Han inundado de dinero y crédito a la economía antes de elecciones para estimular una bonanza de corto plazo y ganar simpatías de aquellos que se sienten beneficiados por la prosperidad inducida. Esto ha generado distorsiones económicas e inflación que terminan por pagarse con desempleo.
En años recientes, los bancos centrales han tratado de suavizar los ciclos de negocios al combinar la búsqueda de políticas monetarias sanas con una mayor disponibilidad de crédito en los periodos de desaceleración. Algo que no necesariamente podrá sostenerse, pero que tampoco significa que el capitalismo esté en crisis. Se trata más bien de problemas causados por un tipo de manejo financiero.
El capitalismo es fuerte. Se ajusta y sobrevive. Su dinamismo puede contrastarse claramente con la rigidez de las economías planificadas y su incapacidad para producir bienes y sus inevitables colapsos. Si la gente es libre de invertir en nueva producción, innovar y buscar nuevos mercados, la economía resultante muestra una sobresaliente capacidad para sobrevivir los choques que recurrentemente enfrenta.
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miércoles, 3 de septiembre de 2008
31. Las multinacionales, en una nueva forma de colonialismo, están forzando a los países pobres a adquirir productos nocivos.
Vale la pena hacer notar que las ONGs en búsqueda de campañas que les permitan asegurar e incrementar la obtención de fondos eligen a “chivos expiatorios” o blancos simbólicos que pueden ser fácilmente identificados y atacados. Se difunden mitos urbanos en torno a su supuesta conducta y surgen boicots.
Sin embargo las multinacionales no obligan a nadie a comprar sus productos. En la medida en que la riqueza aumenta, la gente busca por sí misma algunos de los lujos que los países ricos han disfrutado de tiempo atrás. Puede resultar desafortunado desde el punto de vista dietético que muchos jóvenes orientales prefieran hamburguesas de McDonald’s a la sana comida china a la que estaban acostumbrados, pero lo hacen. Les gustan por las mismas razones que a la gente joven de occidente.
Las ventas de cigarros altos en nicotina han caído en los países desarrollaos, pero se venden en los pobres. Nuevamente, esto no se debe a que sus habitantes hayan sido engañados u obligados, sino a que simplemente les gustan. Quizás solo pueden comprar unos cuantos cigarros al día y prefieren hacer que valga la pena su gasto.
Si bien es cierto que la leche materna es mejor para un bebé pues le provee anticuerpos, las madres en los países pobres a veces aprecian la conveniencia de la leche envasada. Lo mismo ocurre en los países ricos. Le toca a las madres decidir si la conveniencia o la necesidad de seguir trabajando justifica su uso. Se dice que en los países pobres la leche en polvo puede ser mezclada con leche que no ha sido debidamente hervida para prevenir enfermedades. La información del envase y la publicidad pueden manejar esto de forma responsable al enfatizar la importancia de la higiene.
Las multinacionales proveen al mercado delo que desea. Debe resultarle desconsolador a los sociólogos ver cómo los países pobres imitan nuestros vicios, pero algunos productos van asociados con un mayor ingreso y la conveniencia por la que la gente está dispuesta a pagar.
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lunes, 25 de agosto de 2008
30. Las Firmas de capital privado no hacen más que generar utilidades excesivas a base de eliminar empleos.
Las firmas de capital privado se especializan en hacer un uso más eficiente de los recursos del que actualmente se hace. Ellas buscan oportunidades donde una empresa tiene un desempeño pobre. Típicamente pueden considerar que no se hace un uso adecuado de los recursos y que bajo una mejor administración y organización se podría obtener más de ellos. Por lo tanto no hay en sentido estricto “utilidades exageradas”, sino mayores utilidades; ese es el objeto de su actividad.
Muy a menudo las firmas de capital privado utilizan sus propios recursos en un proyecto al igual que dinero prestado. Ellas calculan que los beneficios que la compañía generará serán suficientemente grandes como para pagar los intereses del préstamo y que sus propios fondos obtengan un retorno significativo del proceso.
Es falso afirmar que cuando una firma de capital privado toma el control de una empresa se pierden empleos. Quizás sea así en el corto plazo, pero en la mayoría de los casos el efecto es el de mejorar el desempeño de la empresa, asegurar su posición en el mercado y expanderse en áreas en las que es exitosa. El resultado neto son más empleos, no menos, empleos más seguros en el largo plazo de hecho.
Los accionistas se benefician también del precio por encima del valor del mercado que las firmas de capital privado pagan por las acciones. En los casos en que algunos accionistas deciden retener una mayoría en la firma reestructurada, ganan también, por el mejor desempeño que logran los nuevos dueños.
La economía en su conjunto mejora por el uso más eficiente de los recursos y su contribución al desarrollo económico nacional. Las empresas que son controladas por las firmas de capital privado casi siempre se vuelven más competitivas y exitosas, capases de traer negocios al país que de otro modo se habrían ido hacia competidores extranjeros.
El incremento en el número de firmas de capital privado ha traído múltiples beneficios a la economía, convirtiendo a empresas de pobre desempeño en historias de éxito.
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domingo, 3 de agosto de 2008
29. Deberíamos prohibir la importación de productos que son baratos gracias a los bajos salarios o malas condiciones laborales de los países de origen.
La oportunidad de vendernos productos le da la oportunidad a algunas personas en los países más pobres la oportunidad de iniciar su camino hacia el desarrollo económico. Los salarios podrán parecernos de “subsistencia” a nosotros, pueden resultarles de “sobrevivencia” a ellos.
Si otros países pueden hacer bienes a menor costo que nosotros, deberíamos de comprar esos bienes y dirigir nuestros esfuerzos productivos hacia lo que podemos hacer mejor. Todos se benefician de ello. Se llama la Ley de la Ventaja Comparativa, que lleva a los países a dirigir su economía a aquello que hacen mejor y a comprar lo que necesitan de los productores más eficientes al precio más bajo.
Algunas industrias en los países en desarrollo le pagan mucho menos de lo que nuestros trabajadores estarían dispuestos a aceptar y tienen condiciones por debajo de lo que nosotros toleraríamos. La pregunta es cómo comparan esos salarios y esas condiciones con las demás alternativas disponibles en esos países. En la mayoría de los casos ellas representan una mejoría sobre la agricultura campesina y la malnutrición. Lo mismo ocurrió en Gran Bretaña durante su industrialización.
Son esos salarios bajos los que les dan acceso a nuestros mercados, los que les permiten poner sus pies en el primer peldaño en la escalera económica. Nosotros vivimos mejor porque podemos comprar bienes más baratos; y ellos viven mejor porque reciben nuestro dinero. Conforme las economías se vuelven prósperas pueden ofrecer mejores condiciones de trabajo; debemos ayudarlos a lograrlo tan pronto como sea posible. En lugar de prohibir esos productos, deberíamos comprar más.
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viernes, 1 de agosto de 2008
28. Un pequeño aumento en la inflación es un precio justo que pagar para reducir o eliminar la inflación.
No hace falta una cosa para conseguir la otra. Un “pequeño” aumento en la inflación significa que el gobierno está creando falsa demanda y enviando señales falsas sobre el costo real de invertir. El aumentar la cantidad de dinero disponible disminuye el costo de pedir prestado. También le roba a la gente al hacer que su dinero valga menos, reduciendo el valor real de sus ahorros y por lo tanto desalienta a las personas a seguir ahorrando.
Se invierte en exceso en bienes de capital como resultado de la falsa de manda. Esto en efecto genera trabajos temporalmente, trabajos que se perderán tan pronto como el dinero que los hace posible deje inyectarse. Es más, la pérdida del poder adquisitivo de todos como resultado de la inflación traerá consigo la pérdida de trabajos en el sector privado en su conjunto porque la gente podrá adquirir menos de sus productos y servicios.
Los gobiernos trataron en el pasado de sostener la expansión del empleo incrementando la tasa de inflación. Esto lo único que consiguió fue posponer lo inevitable por un tiempo. La “pequeña” inflación no conduce a una reducción del empleo de forma permanente. A lo que conduce es a una tasa cada vez mayor de inflación conforme el gobierno pierde su capacidad de cabalgar sobre ese tigre.
Cuando la hiperinflación llega y se aplica una corrección, todos los “nuevos” trabajos se pierden, junto con muchos otros más cuando la economía entra en recesión. Eso ya ocurrió en Gran Bretaña y en otros países.
El punto es que la inflación, aún a tasas modestas, distorsiona el proceso económico con falsas señales, dirige inversión a áreas en que no existe una demanda real que la justifique. El verdadero modo de reducir el desempleo es contar con dinero honesto que mantenga su valor y condiciones adecuadas para la actividad empresarial. Entonces el crecimiento económico genuino creará los nuevos empleos.
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lunes, 14 de julio de 2008
27. El capitalismo de libre mercado no puede satisfacer las necesidades de asistencia y seguridad social de la gente.
En sentido estricto, no se supone que debe de hacerlo. Es un método de organización financiera y social que se alía con la motivación individual que determina la acción humana. Sin embargo, hace dos cosas muy importantes.
En primer lugar crea la riqueza que permite crear las provisiones para atender las necesidades de asistencia y seguridad social. Bajo una economía libre la gente en una sociedad puede volverse lo suficientemente rica como para atender a los necesitados. Lo pueden hacer a través de organizaciones caritativas o de forma colectiva a través del gobierno. Las economías no-capitalistas suelen tener peores resultados y usualmente no pueden crear el nivel de provisiones necesarias.
En segundo lugar, la economía por sí misma reduce las necesidades de asistencia social a través de diversos instrumentos del mercado. Reconociendo necesidad de tranquilidad y seguridad el mercado ofrece pólizas de seguro, planes de salud, sistemas de pensión, que terminan por reducir las necesidades asistencia social. Al alentar a las personas a formar sus propias provisiones cada vez que resulte posible, la economía libre reduce las necesidades de asistencia social del gobierno. Cuando los individuos procuran para sí mismos la seguridad social ésta suele apegarse más a sus circunstancias, mientras que la asistencia social a menudo se provee bajo esquemas estandarizados a partir de lo que se reconozca como necesidades promedio.
Paradójicamente, el sistema de asistencia social del estado puede ser el causante de que la gente dependa de él. Toma los fondos que necesita para formar provisiones de personas que podrían haberlos utilizado para formar sus propias provisiones. En otras palabras, los impuestos altos imposibilitan a las personas para proveerse a sí mismas de la seguridad social que necesitan. Dos terceras partes de aquellos que reciben beneficios de asistencia social en Gran Bretaña terminan pagando más a través de los impuestos directos e indirectos de lo que reciben de parte del gobierno.
Es más, los servicios del gobierno limitan el acceso a alternativas privadas a muchas personas. La educación, los servicios médicos y las pensiones privadas compiten con las alternativas del gobierno que son “gratis” en el punto de consumo. Las alternativas privadas cobran, pero deben competir con los servicios del gobierno que no lo hacen (porque ya fueron pagados mediante los impuestos). Esto impide que estén disponibles y accesibles para la mayoría de las personas.
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sábado, 21 de junio de 2008
26. El gobierno debe “reactivar la economía” estimulando la demanda mediante el incremento del gasto público.
Cuando el ritmo de crecimiento de la economía disminuye y la gente deja de invertir o gastar como lo venía haciendo algunas personas urgen al gobierno a intervenir mediante la realización de proyectos que estimulen la demanda mediante el gasto público. En realidad, cuando el gobierno hace esto destruye empleos en el sector privado al hacer uso de recursos que los hubieran hecho posible mantenerlos. Los impuestos deben elevarse y se deja menos a la iniciativa privada para investir y gastar.
Es más, el gobierno utiliza esos recursos ineficientemente. Los costos administrativos de mantener cada empleo es más alto en el sector público y los fondos son utilizados de forma menos efectiva. “Reactivar la economía” a menudo significa gastar en infraestructura y proyectos de ingeniería civil que son intensos en uso de capital, pero que producen pocos empleos.
Incluso en las áreas intensivas en mano de obra, como los servicios públicos, la mayor parte del dinero extra que se gasta termina convirtiéndose en inflación. Lo único que hace es poner en manos de los empleados del sector público más dinero para comprar los mismos bienes que produce el sector privado. Esto ocurrió cuando grandes sumas de dinero fueron inyectadas en el Reino Unido a los servicios públicos en los presupuestos posteriores al año 2000. Todo el dinero fue absorbido, pero la mejora en los servicios no compensaron remotamente el enorme incremento en gasto. De hecho, en algunos casos empeoraron.
El dinero en el sector privado se dirige hacia donde los factores económicos lo indican, pero el gobierno dirige los recursos en función a las demandas políticas que no suelen ser comercialmente viables o razonables.
Se necesita mucho dinero para mantener cada empleo en el sector púbico. El sector privado emplea más personas con el mismo dinero. “Reactivar la economía” es una noción de la época Keynesiana que ha sido desacreditada. Crea una demanda artificial, temporalmente alta en ciertos sectores a costa de otros seguida de ajustes severos y desempleo cuando la demanda artificial cesa. A los gobiernos les resulta tentador crear estos “booms” artificiales y de corta duración para ganar elecciones aunque tengan que enfrentarse las consecuencias después.
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sábado, 14 de junio de 2008
25. El sistema de representación proporcional es más justo.
El argumento a favor de la representación proporcional es el de que los partidos en una legislatura están representados en proporción al apoyo con el que cuentan en el país, mientras que un sistema de elección directa tiende a dejar fuera a los partidos pequeños lo cual a menudo resulta en que la legislatura cuente con menos del 50% del apoyo popular.
Después de leer los argumentos teóricos a favor de la representación, hay que ver lo que ocurre con ella en la práctica. Bajo el sistema de representación proporcional (RP) las minorías suelen adquirir un poder desproporcionado. La RP tiende a impedir las mayorías absolutas y a promover la representatividad de los partidos pequeños. Las coaliciones se vuelven la norma y los partidos pequeños condicionan su apoyo al cumplimiento de sus exigencias.
La RP trae consigo lo que los políticos llamaban los cuartos oscuros, donde se lograban acuerdos privados entre los jefes políticos. El sistema de elección directa puede llevar al poder a partidos con menos del 50% del voto popular. Lo que no permite es que un partido político pequeño acumule un poder excesivo. Basta mirar la influencia desproporcionada de los partidos ortodoxos extremistas en Israel. Con solamente 2 o 3 representantes han ejercido una influencia mayúscula debido a que sus votos son necesarios para construir coaliciones. En Escandinavia es factible que un cambio del 10% en la opinión baste para que un ministro de agricultura pierda su puesto como exigencia de algún partido.
Una democracia debe permitir a la gente cambiar su gobierno. Se trata más de poder destituir a quien no se quiere que de elegir al más popular. La representación proporcional lo dificulta. Las elecciones tienden a generar pequeños ajustes en el equilibrio entre partidos y dan como resultado coaliciones ligeramente diferentes. Hay momentos en que alejarse del status quo es necesario. Ocurrió en Gran Bretaña en 1945 y 1979, pero es poco probable que ellos hubieran ocurrido bajo un sistema de representación proporcional.
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viernes, 6 de junio de 2008
24. La economía de mercado no le ofrece a las personas otra cosa que no sea una vida burda y materialista.
Lo que la economía de mercado ofrece son elecciones y oportunidades. Ellas permiten a las personas adquirir la riqueza que pone a su alcance cosas nuevas. En algunos casos serán, es cierto, cosas materiales. Si una persona puede estar lo suficientemente bien como para tener acceso a una vivienda digna, a alimentación suficiente, vestido y calzado adecuado estará mejor que sin ellos.
Pero la economía de mercado trae consigo más. Les permite a las personas adquirir cosas que hacen su vida más gratificante. Pueden disfrutar de la música, comunicarse rápidamente entre ellas, viajar a lugares que en algún tiempo estaban fuera de su alcance. Esas también son el resultado de cosas materiales. Sin embargo, no representan un materialismo burdo porque brindan la oportunidad de abrir la mente al mejorar las interacciones sociales. Quizás hacen falta objetos materiales para disfrutar de la música o viajar a lugares exóticos, pero el acceso a ellas no conduce a las personas a una vida burda como consecuencia.
Más allá de las posesiones personales que pueden añadir a nuestra vida, la riqueza creada por una economía de mercado permite a la gente pagar por mejores servicios de salud y educación. Les permite enriquecer su entorno con arquitectura fina. Una mejor educación abre las puertas a una vida de oportunidades y una buena salud la posibilidad de desarrollar actividades como los deportes y los pasatiempos. Requieren de bienes materiales para ser posibles, pero las oportunidades que ofrecen distan de ser materialistas.
La riqueza es una herramienta. Le permite a quien la posee intercambiarla por cosas que valora. Algunos, en efecto, la utilizarán para adquirir más posesiones; es su elección. Pero otros podrán utilizarla para disfrutar de las artes, del teatro y de una sala de conciertos. Algunos buscaran satisfacción en objetos hermosos como antigüedades y obras de arte. La riqueza creada por el crecimiento económico permite acceder a todas esas cosas y nos permite expresar nuestra personalidad a través de las elecciones que hacemos.
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lunes, 19 de mayo de 2008
23. Muchas cosas simplemente no pueden ser producidas por el sistema de mercado, incluyendo servicios como la defensa, la ley y el orden.
Esto puede ser cierto, pero no es un argumento para oponerse a que el mercado produzca lo que puede. La sociedad puede decidir garantizar que se provean colectivamente algunos servicios como los de defensa y la administración de justicia. Esto poco tiene que ver con el que el transporte en ferrocarril o los servicios de salud deban ser producidos por el sector público.
En cualquier caso, las fuerzas del mercado pueden tener un rol sorpresivamente grande incluso en los servicios públicos “básicos”. Por ejemplo, la mitad de los policías de Gran Bretaña son privados. Trabajan para empresas de seguridad privada que realizan funciones de policía. Mucho del trabajo militar se realiza mediante contratos con empresas privadas, incluyendo el mantenimiento de las bases militares y el abastecimiento y el mantenimiento de equipo.
La justicia privada es utilizada rutinariamente mediante el arbitraje, cuando empresas especifican en un contrato estar de acuerdo en que se nombre a un árbitro en caso de que surja una disputa. Las prisiones privadas son muy utilizadas en los estados unidos y se han introducido exitosamente en Gran Bretaña también. Incluso el rol de un banco central, que muchos asumen como una función básica del gobierno fue alguna vez realizada hábilmente por el banco privado Suffolk Bank.
Una generación atrás, la gente en Gran Bretaña pensaba que solamente el gobierno podía entregar correo, conectar llamadas telefónicas o recoger la basura, entre docenas de actividades que realizaba. Empresas privadas lo hacen ahora.
Existen oportunidades para hacer mayor uso de las fuerzas del mercado en áreas de proveeduría social. El gobierno puede desear garantizar el abasto, pero usualmente encuentra más eficiente el utilizar a la empresa privada para producir. Las empresas privadas que compiten deben atender las preferencias de los consumidores y mantenerse al día con las innovaciones tanto en equipo como en servicio. No son sujetos a generar ineficiencias del modo en que las operaciones gubernamentales lo hacen. Tiene sentido introducir fuerzas del mercado donde sea posible, incluso en las funciones básicas del gobierno.
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martes, 29 de abril de 2008
22. El mercado libre es injusto porque no todos tenemos los mismos "votos" tal y como sucede en la democracia.
Se argumenta que es injusto que la gente con más recursos tenga más poder en el mercado que otros, mientras que en la democracia todos valen lo mismo. Nos parecería absurdo que todos votáramos para decidir qué tipo de reproductor de MP3 deberían de usar la gente y que todos recibiéramos el que hubiera obtenido el que hubiera obtenido el voto mayoritario; sin embargo, así funciona la democracia.
En un mercado cada uno de nosotros puede decidir qué tipo de reproductor de MP3 quiere, y recibir aquel que haya elegido aunque no sea el preferido por la mayoría. Esto hace que el mercado es una fuente de libertad mayor que la democracia. En una democracia, debemos resignarnos por la decisión mayoritaria sobre una variedad de asuntos que se agrupados en un solo paquete. Podemos comprar algunos productos de Apple para algunas cosas y de Sony para otras. No podemos elegir a partidos políticos diferentes para atender distintas áreas de gobierno.
Las personas no tienen el mismo poder adquisitivo. Algunas pueden ofrecer bienes y servicios que cuestan más costosos que los que les ofrecen a otras. Las personas de mayor edad pueden tener mayores ahorros o tener un salario mayor que los jóvenes. Aquellos con mayor educación o habilidad pueden volverse más ricos que otros como resultado de ello, lo mismo ocurre con aquellos que tienen talentos especiales, como los futbolistas, músicos o empresarios.
Esto significa que algunas personas pueden comprar mejores bienes y servicios en el mercado. Esto se debe a que ellos ofrecen un servicio más valioso a otros, y ello impulsa a otros a hacer lo mismo. Si las recompensas se asignaran por igualdad de votos, una mayoría podría asignarse para sí una tajada más grande y la actividad empresarial no valdría la pena. La economía se estancaría y nadie se vería beneficiado. Este tipo de “justicia” es la que no vale la pena tener.
Entrada original en inglés.
jueves, 17 de abril de 2008
21. Estamos acabando con los recursos naturales, debemos aprender a vivir sencillamente
A pesar de que parece evidente que el abastecimiento de recursos naturales es limitado, y que éstos se vuelven escasos en la medida en que los utilizamos, no es verdad. Cuesta mucho dinero encontrar reservas de recursos escasos, por lo que tendemos a buscar más en la medida en que el precio se eleva. En otras palabras, en la medida en que se vuelven escasos encontramos nuevas fuentes de abastecimiento.
Es más, en la medida en que un material se vuelve escaso, el precio se eleva y se vuelve rentable explotar reservas marginales. No solo eso, se vuelve más barato en muchos casos utilizar o desarrollar sustitutos. En la medida en que las fuentes de abastecimiento parecen disminuir, también lo hace la tasa de utilización. En lugar de que el mundo despierte una mañana para descubrir que se agotó la última onza de aluminio, poco a poco utiliza la fibra de vidrio y de carbón como sustitutos. Nuevos métodos para la extracción y obtención se vuelven económicamente viables. Lo que debemos preguntarnos es si el desarrollo de nuevas fuentes y sustitutos es más rápido que nuestro uso de los recursos.
Existe un indicador confiable. Nadie sabe qué nuevos recursos habrán de desarrollarse, o que tan rápido los usaremos. Lo que sí sabemos es que los precios nos orientan para saber si la oferta cubre la demanda. Por muchos años el precio real de la mayoría de los productos genéricos (excepto el petróleo) han descendido. Esto significa que se han vuelto más accesibles y que la oferta se ha incrementado en lugar de disminuir.
No necesitamos vivir sencillamente. Por el contrario, debemos continuar desarrollando nuevas tecnologías que permitan hacer un mejor uso de los recursos y extraerlos de lugares donde resulta difícil hacerlo. De este modo la oferta relativa seguirá incrementándose. Si comenzamos a “vivir sencillamente” podríamos perder nuestra habilidad para economizar su uso y reemplazarlos.
Entrada original en inglés.
viernes, 11 de abril de 2008
20. Está mal que unas cuantas personas sean dueñas de mucha de la riqueza de la nación.
La riqueza no pertenece a la nación en ningún sentido, de lo que estamos hablando es de riqueza que pertenece a individuos. Lo que esa frase realmente entraña es la idea de que está mal que algunas personas tengan bastante más que otras. Esa no es una verdad evidente por sí mima, y existen muchas ventajas para la sociedad cuando la concentración de la riqueza es posible.
Para empezar, los estimados de la distribución de la riqueza en la sociedad suelen equivocarse. Toman en consideración los valores y las propiedades, pero a menuda ignoran diversos servicios y beneficios gratuitos que forman parte de la riqueza de la gente común. Las pensiones se tratan como si no existieran o no tuvieran valor, otras veces no se toma en cuenta el valor de las viviendas que suelen ser el principal bien de la mayoría de las personas.
Dicho esto, hay que dejar en claro que no hay nada de malo en una distribución inequitativa de la riqueza. Algunas personas son mas prudentes y exitosas que otras. Algunas son emprendedoras y tienen iniciativa, la acumulación de riqueza representa una recompensa a sus acciones. En una sociedad libre, aunque todos comenzaran con una misma cantidad de riqueza pronto ocurrirían variaciones.
La posibilidad de acumular riqueza no solamente estimula a los emprendedores a realizar actividades socialmente útiles; muchas veces proporciona los medios para hacerlo. La riqueza puede ponerse a trabajar mediante la inversión en actividades empresariales. Puede crear empleo y conducir a la creación de más riqueza. Se requiere reunir capital para emprender actividades económicas; son una herramienta vital para que las sociedades se vuelvan ricas.
Por supuesto que queremos niveles de vida decorosos para aquellos que no pueden acceder a ellos por sí mismos, pero también queremos oportunidades para aquellos que deseen mejorar sus condición y que benefician a la sociedad mientras lo hacen. La desigualdad en la riqueza no es importante; lo que cuenta son las oportunidades que tiene la gente para crear la riqueza que permite a la sociedad mejorar sus servicios.
Entrada original en Inglés.
sábado, 5 de abril de 2008
19. Las grandes empresas no producen lo que la gente desea. Utilizan la publicidad para forzar a las personas a comprar lo que ellas quieren producir
El Ford Edsell fue producido por Ford en los Estados Unidos y respaldado por una impresionante campaña publicitaria. Fracasó rotundamente. Los anuncios de los cigarros Strand en Gran Bretaña ganaron muchos premios y eran muy populares. Sin embargo, nadie compro el producto, razón por la cual los cigarros Strand han desaparecido.
El poder coercitivo de la publicidad es solo teórico. De hecho, la mayor parte de la publicidad es utilizada para abrirse espacio en algún mercado o crear mercados nuevos. La publicidad le informa al público de la existencia de nuevos productos y servicios y puede atacar a productos bien establecidos. Es más, es muy competitiva. El poder de la habilidad creativa pueden poner a competir a un producto contra otro, a una empresa contra otra. También se regula a sí misma, evitando publicitar productos que hagan sentir a las personas inadecuadas o ridículas.
Lejos de decidir qué les conviene producir para luego intentar hacer cosas que hagan que el público las quiera, las empresas gastan millones en investigación de mercado tratando de detectar los gustos y necesidades de público y para diseñar productos que las satisfagan. A pesar de ello, a menudo se equivocan. Afortunadamente el sistema del mercado dirige los recursos a quienes son buenos en alguna actividad. Es más probable que ellos reciban el apoyo de los inversionistas y que las tiendas compren sus productos.
Cualquier empresa que decida producir en base a su conveniencia para luego buscar la aceptación del público pronto perderá su mercado a manos de un competidor que produzca lo que el público quería en realidad. En la práctica, las únicas empresas que pueden salirse con la suya vendiendo lo que ellas desean producir son las empresas controladas por el gobierno o protegidas por un monopolio. En estos casos el público no tiene más alternativa que aceptar aquello que fue producido pues no se permite a ningún competidor producir lo que realmente quiere.
Entrada original en inglés.
sábado, 29 de marzo de 2008
18. La discriminación positiva es necesaria para compensar a las minorías de los efectos de la explotación o discriminación de la que sufrieron.
Esta es la bandera de la “acción afirmativa”. Pero discriminar a favor de algunos grupos implica discriminar en contra de otros. A pesar de que la llamen “discriminación positiva”, aún significa darle puestos y empleos a quienes están menos calificados que otros solicitantes. En tanto no se alegue que esos otros solicitantes hubieran cometido actos discriminatorios, se les está tratando injustamente. Esta práctica encasilla a las personas según su etnia en lugar de tratarlas en base a sus méritos individuales.
Cuando hay acceso abierto a las universidades, algunos grupos parecen ganar más lugares que los que su proporción en la sociedad supondría; quizás su cultura valora la educación y el estudio más de lo que lo hacen otros. El permitir que otros entren con menores calificaciones discrimina en su contra. Si a las personas se les va a discriminar por algo que hizo un grupo al que sus ancestros pudo haber pertenecido, no existen límites ni indicación alguna sobre que tan lejos se debe llevar esto. ¿Hasta la era Romana quizás?
No hace falta la discriminación positiva, con su desagradable tufo a clasificación racial y cuotas, sino oportunidades abiertas a todas las personas de todos los grupos. En lugar de darle preferencia a aquellos cuya raza, religión, preferencia sexual o religiosa hay sido objeto de discriminación en el pasado, deberíamos asegurarnos de poner al alcance de todos las alternativas y oportunidades que estaban más restringidas en el pasado. Deberíamos crear una sociedad abierta, no una en la que el progreso dependa de la pertenencia a los grupos con suficientemente poderosos o a los que esté de moda darles ventajas.
La discriminación positiva perpetua el racismo y lo dignifica al hacerlo legalmente exigible, en cambio la sociedad abierta lo reduce al ser ciega a os antecedentes de una persona. Debería importar más hacia dónde se dirige una persona que el lugar de donde proviene. Debería ser el mérito individual y no las cuotas étnicas lo que permita el progreso.
Entrada original en inglés.
lunes, 24 de marzo de 2008
17. Debemos permitir que la policía detenga a presuntos terroristas por largos periodos de tiempo mientras se reune evidencia.
Cuando la ley mantiene a las personas bajo custodia las trata como prisioneros. Como no han sido presentadas ante un juzgado o condenadas de algún crimen, debemos tener cuidado de que tales detenciones no se conviertan en una sentencia sin juicio.
Si las autoridades pueden detener a personas indefinidamente para interrogarlas y conseguir evidencia, no necesitarán de un juicio para mantenerlas detenidas, lo que es en realidad una sentencia de prisión. Por ello la ley debe prohibir que puedan detenerlas por largos periodos de tiempo. Es necesario que se presente a la persona acusada ante un juzgado. Se le llama habeas corpus y es uno de los pilares de la libertad. La ley no puede mantenernos incomunicados y debe presentarnos ante un juez.
El periodo de detención, usualmente de 48 horas y solo puede extenderse brevemente mediante la autorización de un juez. Esto no puede repetirse indefinidamente; en algún momento el acusado debe ser liberado o acusado y llevado a juicio.
El gobierno ha intentado extender este periodo de confinamiento a varias semanas en el caso de sospechosos de terrorismo, pero no ha dado ninguna buena razón para hacerlo. Ni al parlamento ni a la gente se les ha dicho porque un periodo tan extenso es útil o necesario.
El problema es que cuando a la policía se le han otorgado poderes, estos han sido utilizados de formas que no se habían previsto. Las leyes de los Estados unidos diseñadas para detener a la mafia y al crimen organizado han sido utilizadas rutinariamente en delitos empresariales. Una ley anti-terrorista del Reino Unido permitió a la policía detener a un hombre de 80 años que se atrevió a interrumpir a un ministro del gobierno y a un peatón escocés que caminaba por una vía para ciclistas.
Las leyes que impiden el confinamiento sin juicio son importantes para nuestras libertades. No hay nada que sugiera que deban ser eliminadas para darle gusto a la policía.
Entrada original en inglés.
viernes, 14 de marzo de 2008
16*. La igualdad es más importante que la libertad.
No. La libertad es más importante. No se trata de un valor que compita con otros, se trata de la fuente y condición de todos los valores.
La libertad les da a las personas la oportunidad de expresarse por sí mismas y su individualidad. Es lo que las hace humanas. A los animales se les puede alimentar, dar de comer y brindar cobijo. Los seres humanos no son mascotas o ganado que deba ser protegido. Toman decisiones con implicaciones morales y actúan en consecuencia. Deben responsabilizarse por sus actos y enfrentar sus consecuencias. Todo ello requiere de libertad.
Las personas no son iguales y nunca lo serán. La vida sería aburrida si lo fueran. Varían en fuerza, tamaño y poder intelectual. Difieren en apariencia y en carácter. Difieren en talento, aptitud atlética y habilidad musical. Difiere el valor de los servicios que pueden ofrecer a otros humanos. Si pagamos lo mismo por servicios de distinto valor dejamos de indicar a las personas hacia dónde deben dirigir sus esfuerzos.
Podemos y debemos elegir que las personas sean iguales ante la ley y que deberían ser tratadas por ella de la misma forma. Esto no es una circunstancia de la vida, sino la determinación de nuestra parte de crear una sociedad justa y respetar los derechos de todos aquellos que respetan los derechos de otros. La ley debe fijarse en los abusos criminales cometidos contra los derechos de otros, no en el criminal y prohibir tales abusos sin importar quien los hubiera cometido.
Algunos dirán que vale la pena que la gente deje de elegir libremente la forma en que quieren vivir a cambio de salud y bienestar. Esto es falso, sin libertad ningún intercambio es posible. Podemos elegir entre el placer inmediato o arriesgarse a sufrir consecuencias en el largo plazo, pero esa no es una elección entre libertad y otras cosas; se trata de una elección que solo es posible gracias a la libertad. Sin esa elección dejaríamos de ser seres autónomos.
Entrada original en inglés.
*A la entrada original se le dió por error el mismo número que a la entrada anterior.
domingo, 9 de marzo de 2008
16. La competencia genera desperdicio.
Algunas personas afirman que la competencia usa recursos de más al producir distintas variedades de un mismo producto cuando en realidad bastaría un solo un tipo de producto. Esto no es verdad, porque la gente tiene gustos diversos y por ello prefiere distintos productos.
Los productores rara vez hacen productos idénticos a los de sus rivales y tratan de enfatizar las ventajas únicas que los suyos poseen. Esto permite a los clientes satisfacer sus preferencias por cosas como bebidas más dulces, zapatos más suaves o ropa con más estilo. Ellos pueden escoger un coche más atractivo, rápido o práctico dependiendo de lo que valore. La gente también se expresa a través de sus elecciones.
Si no hubiera competencia, la gente no podría escoger entre productos alternativos, algún comité tendría que decidir qué producto estándar habría de producirse y crearía un monopolio. El mundo sería aburrido, ya que tal organismo tendría que aprobar productos para satisfacer a todos y no podría mantenerse al corriente con los cambios de gustos, la moda y la innovación.
Incluso en los casos en que los productos que compiten son muy similares, la competencia obliga a los productores a elevar la calidad y mantener los precios a raya. Mientras los consumidores tengan la posibilidad de dejar de comprar a un productor, éste deberá esforzarse por refinar y mejorar su producto o correr el riesgo de perder su participación en el mercado.
La competencia utiliza los recursos con mayor eficiencia, no con menos. Continuamente dirige recursos hacia aquello que es bueno para satisfacer las necesidades de los consumidores y lejos de aquellas cosas que no le puedan proveer bienes de calidad al precio que buscan. Aquellos que son buenos en ello, prosperan y se expanden, los que no pueden satisfacer esas exigencias desaparecen.
Entrada original en inglés.
jueves, 6 de marzo de 2008
15. La tasa máxima de impuestos debería elevarse para que los ricos paguen más.
Impuestos más altos no necesariamente significan que la gente pagará más, o que la recaudación aumentará. Ello depende de otros factores, incluyendo el monto total de dinero al que se aplicará el impuesto. A los políticos les resulta muy conveniente hablar del modo en que se gastarían el dinero extra que generaría una taza de impuestos de un 50%, pero lo mas probable es que se terminará recaudando menos dinero y que por el contrario, tendrán que recortar el gasto.
Los impuestos altos tienen, entre muchos otros dos efectos importantes. En primer lugar, hacen que valga la pena el uso de mejores contadores para minimizar su efecto a explotando las posibilidades que la ley permite, o bien evadiéndolos al no declarar ingresos y realizando operaciones en efectivo cada vez que sea posible. La primera opción es legal y la segunda criminal, pero ambas significan que la base para la recaudación serán menor para la nueva tasa. Ambas son fomentadas por los impuestos altos y se vuelven menos atractivas con los impuestos bajos.
El segundo efecto consiste en disminuir los incentivos para trabajar más. Si solo se le permite a alguien quedarse con la mitad de los ingresos extras que generen, existe un incentivo menor que el que habría si se les permitiera quedarse con un 60 porciento. El esfuerzo y riesgo adicionales no valen tanto la pena y la gente incurriré en ellos en menor medida. El descanso, cuyo valor es equivalente a lo que se habría generado trabajando, se abarata y la gente querrá más. Algunos de los más importantes generadores de ingresos preferirán emigrar para evitar las altas tasas y eso también disminuye la base gravable.
De hecho, los recortes de impuestos bien pensados dan como resultado una mayor recaudación y el que los ricos paguen una mayor parte del total. Pagan con una tasa menor, pero pagan sobre una base mayor. Esto fue lo que pasó en el Reino Unido y en los Estados Unidos durante los recortes de impuestos en los años ochentas. Quienes tenían mayores ingresos terminaron pagando una proporción mayor de los impuestos totales y la recaudación se elevó.
Entrada original en inglés.
martes, 4 de marzo de 2008
14. El gobierno tiene derecho a proteger a la gente de sí misma.
Escrito por el Dr Madsen Pirie
¿A la gente? Eso quiere decir que a ti. ¿Te gustaría que alguien te protegiera de ti mismo?
Para empezar eso significa que el gobierno debe decidir de qué cosas debes ser protegido. Si aceptas seguir ese camino estarás perdido. El gobierno podría decidir que debes ser protegido del humo del cigarro. Si sus científicos dicen que el azúcar y la sal son malos para la salud de las personas querrán protegerte de ellas también. Quizás también de las grasas saturadas, como las de la mantequilla. Quizás querrán protegerte de la inactividad física también.
Una vez que hayan decidido que consideran nocivo para nosotros, el gobierno tomara la decisión de protegernos. Intentará hacerlo prohibiéndonos hacer las cosas que de otro modo habríamos hecho. La única forma en que podrá hacerlo es mediante el uso de la fuerza, de sanciones y amenazas. De ese modo el gobierno nos quita la libertad de decidir qué hacer y nos obliga a hacer lo que él quiere que hagamos.
John Stuart Mill pensaba que solo en el caso de que alguien cause o ponga en riesgo serio de daño físico a otros el gobierno debería detenerlo. ¿Debe proteger a alguien de cruzar por un puente peligroso? No, decía, puede ofrecer información , colocar un letrero que advierta no cruzar. Pero debe dejar en manos de las personas el evaluar los riesgos y tomar una decisión.
Algunos creen que el gobierno sabe mejor que nosotros mismos lo que nos conviene. Eso es algo poco probable, pues sobran medios de información que nos adviertan sobre los peligros que enfrentamos.
¿Y qué hay de los daños que no son materiales? A algunas personas debe preocuparles profundamente el que no asistas a ceremonias religiosas, pero eso no les da el derecho a obligarte a hacerlo. Lo mejor que podemos hacer es que escuchar consejo, pero tomar nuestras propias decisiones y enfrentar sus consecuencias.
Entrada original en inglés.
domingo, 2 de marzo de 2008
13. Deberíamos crear trabajos en el sector público para fomentar el empleo.
No hay más recursos públicos que los que el gobierno les quita a los ciudadanos. Para que el gobierno gaste dinero en algún proyecto debe de quitárselo a los ciudadanos.
Puede parecer que el gobierno crea empleos mediante el gasto público al realizar algunos proyectos que generan empleos. Estos nuevos empleos deben su existencia a la demanda generada por gobierno y dependen de ella para seguir existiendo. A menos que el gasto continúe al mismo nivel, los empleos desaparecerían.
Los gobiernos financian tales proyectos tomando recursos del sector privado, ya sea mediante impuestos directos o disfrazados, endeudándose o a través de la inflación. En cualquier caso, toma recursos que permiten la existencia de empleos en el sector privado.
La gente queda con menos dinero para comprar bienes y servicios del sector privado y con menos dinero disponible para invertir. Esto significa que los empleos temporales creados por el gobierno son creados a expensas de empleos reales y duraderos en el sector privado.
Es más, el gobierno maneja los recursos de forma ineficiente. Al gobierno le cuesta más hacer las cosas de lo que le cuesta al sector privado hacerlas. Esto se debe a que la burocracia gubernamental es a menudo pesada y costosa. A falta de competencia, no existe presión para ser más eficiente.
Los trabajos generados por el gobierno suelen ser intensivos en el uso de capital, como en la construcción de puentes y caminos que requieren el uso de gran cantidad de maquinaria costosa por cada persona empleada. En contraste, los lujos que ya no pueden darse en el sector privado cuando se les imponen impuestos adicionales requieren un uso intensivo de mano de obra como la de los restaurantes y salones de belleza.
El efecto es que se terminan destruyendo más empleos de los que fueron creados. El problema es que los políticos son alabados por crear nuevos empleos altamente visibles, sin que se les culpe por la pérdida silenciosa de empleos en el sector privado.
Entrada original en inglés.
lunes, 25 de febrero de 2008
12. Las marcas son básicamente un timo para que la gente pague precios altos por bienes que no lo ameritan.
Un producto de una marca famosa usualmente se vende a un precio mayor que el de un competidor sin marca, pero existe una razón para ello. A falta de un conocimiento personal de la parte vendedora, como el que se puede tener de un vendedor local, las marcas sirven como un símbolo de confianza. Quienes han obtenido buena calidad y valor de una marca, pueden confiar en ella. Los productores valoran su reputación porque ello les permite mantener a sus clientes actuales y atraer a nuevos clientes.
La marca tiene un valor comercial. Es como un sello de calidad que le indica al consumidor que es lo que pueden esperar y en qué pueden confiar. Esta es la razón fundamental por las que las marcas se publicitan y dicho sea de paso, se falsifican. Un productor de bienes de dudosa calidad puede tratar de ocultarlas valiéndose del nombre y reputación de una marca famosa.
Las cosas no termina ahí. La publicidad a menudo comunica una imagen que la gente asocia con la marca, de tal modo que los clientes compran la imagen asociada con la marca además de la reputación de la misma. En los países en desarrollo algunas marcas de whisky escocés son consideradas como “aspiracionales” y se publicitan como algo ligado con el éxito. Los consumidores compran algo más que whisky; ellos expresan así la asociación que este tiene con el éxito y su propia determinación a tener éxito. Estos “intangibles” no deben ser menospreciados. La sensación aspiracional puede llegar a recordarse mucho tiempo después de que el whisky y la correspondiente resaca hayan sido olvidados.
El adolecente que desea expresar una identidad independiente a la de sus padres puede escoger marcas asociadas con aquello que él o ella crean que ilustran mejor lo que quieren ser. Las marcas sirven para proyectar una identidad y decir algo sobre la personas. Si la gente paga está dispuesta a pagar un extra es porque creen que vale la pena hacerlo.
Entrada original en inglés.
domingo, 24 de febrero de 2008
11. El mercado de valores no es más que un casino.
Hay gente que compra títulos bursátiles del mismo modo en que apuesta a algún número en una ruleta, algunas veces ganan y algunas veces pierden. Por ello, algunos lo ven como un casino, pero la realidad es bastante diferente.
En primer lugar, los resultados de una ruleta son aleatorios. Los resultados del mercado bursátil no lo son. En ellos influyen muchos factores, incluyendo la política internacional, la psicología de los inversionistas, las acciones de los bancos y el gobierno, los fenómenos naturales, las acciones humanas, las tendencias económicas globales, por solo mencionar algunos. Los inversionistas hábiles pueden mirar esos factores, decidir cuáles son relevantes y calcular cuales títulos tienen probabilidades aumentar su valor y cuales lo perderán. Esto no ocurre en un casino.
Existe además otra diferencia más importante. El mercado de valores ayuda a financiar a los negocios y a las industrias. Cuando una empresa emite valores, la gente puede comprarlos con la esperanza de ganar dividendos de sus utilidades y la posibilidad de que el valor de su inversión aumente conforme la empresa prospera. Los accionistas son copropietarios de la empresa y su destino está ligado al de ella. Si logra ganar dinero, ellos también. Cuando la gente compra títulos de otros y empujan el precio al alza lo hacen porque creen que vale más de lo que su precio sugiere. Cuando las acciones de una empresa aumentan de esta forma, el valor nominal de la empresa también crece y se vuelve más fácil y generalmente más barato para ella obtener financiamiento para su desarrollo y expansión.
El mercado de valores se parece a un mercado de pueblo, en el que la gente anuncia a gritos que compra y que vende, y los precios reflejan el hecho de que algunas acciones son populares y que otras no lo son. Envían una señal sobre dónde se requiere inversión y dónde podrían conseguirse mayores utilidades. Le deja saber a la gente, segundo a segundo el estado que guarda la economía y dónde valdría más la pena participar en ella.
Entrada original en inglés.
sábado, 23 de febrero de 2008
10. Debe obligarse a todos a utilizar los sistemas públicos de salud y educación para que exijan su mejora.
La idea detrás de esta afirmación es que la clase media no hará nada a menos que tenga algo que ganar y que debe forzarse a tanta gente como sea posible a utilizar servicios inadecuados y deficientes para que mediante la presión de las protestas las cosas mejoren.
En primer término se subestima la habilidad de la clase media para conseguir lo que necesite del sistema. No serían las personas mejor preparadas y seguras de sí mismas quienes padecerían en mayor grado las deficiencias de los servicios públicos. Ellas serían capaces de conseguir lo que necesiten del sistema y los pobres e ignorantes no podrían competir con ellos. Los pobres e ignorantes terminarían recibiendo los peores servicios de salud y educación de parte del gobierno.
Los críticos de los servicios privados de salud y educación señalan que éstos crean un sistema de dos niveles, con servicios adecuados para las clases medias y deficientes para los pobres. Pero no logran darse cuenta de que en los sistemas públicos también habría dos niveles de servicio.
Se subestima además la capacidad de las clases medias para apoyar causas que no les generan ningún beneficio personal. Ellas son el sustento de la mayoría de las organizaciones filantrópicas y humanitarias. Las clases medias han luchado en el pasado por mejorar las condiciones de vida de los pobres y no van a dejar de hacerlo ahora. No necesitan ser condenadas a un utilizar un servicio malo para exigir su mejoría. Al contrario, si se les obliga a utilizarlos podrían dedicar sus energías para asegurarse un servicio adecuado para sí mismos antes que cualquier otra cosa. Si a la gente se le permite buscar alternativas, surgen nuevos estándares de los que otros podrían beneficiarse.
La razón verdadera para querer obligar a las clases medias a utilizar los servicios de salud pública es la de promover una sociedad igualitarista al impedir que escojan alternativas. Pero la falta de competencia va en contra de la mejora de los servicios en cuestión.
Entrada original en inglés.
Nota: Esta entrada me resultó particularmente difícil de traducir de modo que hiciera sentido para mi audiencia objetivo. He tratado de conservar el sentido de la entrada pero no he tenido más remedio que alejarme un poco de la redacción original.
jueves, 21 de febrero de 2008
9. Está mal permitir que los niños brillantes asistan a escuelas especiales. Ello priva a las escuelas oridinarias de su influencia positiva.
Si se considera que los niños son propiedad del gobierno y que existen para servirle, entonces a los más brillantes hay que tratarlos como un bien escaso que debe ser debidamente racionado.
La idea de repartir su “influencia positiva” en la sociedad tiene su origen en una lógica perversa. Si aceptáramos seguirla, sería una pena aplicarla solamente a la inteligencia. ¿Porqué no repartir a los niños bien parecidos de forma equitativa, de modo que los diversos grupos tengan acceso equitativo a su belleza? Quizás también deberían distribuirse a los más amables de modo que se comparta equitativamente su buena disposición.
Esta noción perversa supone que los niños, sean o no brillantes, deben ser tratados como instrumentos al servicio de otros, en lugar de fines en sí mismos. Los niños no existen para servir al gobierno, el gobierno existe para servirles a ellos.
Debería de preocuparnos qué es lo que beneficia a los individuos en cuestión, en lugar de preguntarnos como pueden ser útiles a la sociedad desde un punto de vista ideológico.
Detrás de esa idea se esconde la doctrina del igualitarismo y el sentimiento de que algunos niños no deberían ser más brillantes que otros. Con ello viene la decisión de que nada debería de hacerse por alentarlos. Para ello hay que oponerse a la existencia de escuelas especiales donde los niños brillantes puedan sentir la competencia y los retos de otros niños como ellos e impulsarlos a llegar más lejos.
Este punto de vista no solo es maligno para los niños involucrados, se opone al mejoramiento de la sociedad en su conjunto. Muchas veces son esos niños brillantes quienes logran cosas importantes, quienes desarrollan nuevos productos y procesos, quienes generan nuevas ideas que benefician a toda la sociedad. Al frenarlos cuando son jóvenes, podríamos impedirles desarrollar esas capacidades.
Entrada original en inglés.
martes, 19 de febrero de 2008
8. A las grandes empresas solo les importan las utilidades.
Esto supondría que todo lo demás debe ser ignorado o puesto en segundo término en su búsqueda inmoral y desconsiderada de utilidades. Eso ni siquiera se acerca a la realidad. De hecho, la actividad empresarial la realizan personas sujetas a los mismos límites morales que el resto de las personas. Es más, debido a la naturaleza de su actividad, estos límites son aún más estrechos.
Hacer negocios no significa timar a las personas o engañarlas de modo que paguen de más por algo que no desean. Por el contrario, una persona de negocios les proporciona bienes y servicios que prefieren tener en lugar de dinero. A cambio, el hombre de negocios recibe algo que prefiere tener en lugar de los bienes y servicios que proporciona, el dinero. Ambas partes ganan con la transacción. La inmensa mayoría de las personas de negocios participan de en actividades honestas e incluso honorables.
La actividad empresarial está basada en la confianza. El comprador confía que el vendedor le entregará bienes de la calidad esperada y el vendedor confía en que el comprador pagara por ellas conforme fue acordado.
Por supuesto que las empresas buscan utilidades, para eso están. Pero si buscan maximizar sus utilidades en el corto plazo sacrificando la calidad y la integridad, saben que estarán en problemas. Las empresas ganan nuevos clientes y mantienen a sus clientes si su reputación es buena. Es una estrategia de largo plazo construir y mantener la confianza. Va en contra de los intereses de la empresa engañar a sus consumidores o venderles productos malos. Su reputación y negocio sufrirían a causa de ello.
Las grandes empresas no pueden contactar a sus clientes cara a cara del modo en que un pequeño comerciante lo hace para construir una relación de confianza. Es por eso que para las empresas grandes es de suma importancia proteger su reputación y sus maracas pues en ellas se deposita la confianza de los consumidores. A las empresas les importan no solo las utilidades, sino también su buen nombre.
Entrada original en inglés.
domingo, 17 de febrero de 2008
7. El socialismo verdadero nunca se ha puesto en práctica.
Tampoco el capitalismo “verdadero”. Si lo que se ha probado en los países capitalistas es el capitalismo, entonces lo que se ha probado en los países socialistas ha sido el socialismo. Debemos medir con la misma vara. O hablamos del socialismo y el capitalismo en el mundo real, con todas sus imperfecciones y particularidades, o hablamos de algún ideal teórico de lo que cada uno podría ser si el mundo y la gente fueran de otro modo.
Con demasiada frecuencia quienes simpatizan con el socialismo quieren comparar lo que el capitalismo es en la práctica con alguna idea que ellos tienen sobre cómo sería su utopía socialista. La verdad es que el socialismo se ha probado en muchos países en distintas formas y con pésimos resultados en todos ellos. Lo caracterizan el sufrimiento, la escasez y eliminación de libertades. En la mayoría de los casos ha ido acompañado asesinatos masivos.
No se trata de un accidente causado por una traición a la revolución, sino de una falla inherente a la idea en sí misma. Tratar de hacer de los hombres y las mujeres algo que no son y que no quieren ser. Busca que ellos se apeguen a la visión socialista de lo que deberían pensar y deberían ser. Pero como los hombres y las mujeres en el mundo real actúan conforme a sus propias motivaciones y tienen sus propios deseos y preferencias, en un estado socialista deben ser forzados a comportarse de otra manera. La coerción es parte esencial del socialismo.
El capitalismo, con sus mercados libres y su libertad para elegir, con todos sus defectos, ha probado ser más exitoso, eficiente y humano. Produce bienes mejor de lo que lo hacen las economías socialistas, y lo logra al mismo tiempo que permite una amplia gama de libertades. Es compatible con las libertades políticas, con la libertad de prensa y asociación, de empleo y tránsito, mismas que no se permiten en los países socialistas.
Entrada Original en Inglés.
sábado, 16 de febrero de 2008
6. La energía nuclear es especialmente peligrosa y debería estar prohibida.
Escrito por el Dr Madsen Pirie
Casi todas las formas de producir energía son peligrosas. El número de muertes y lesiones graves causadas por la generación de energía nuclear es bastante bajo, aún incluyendo las que fueron causadas por el desastre de la planta soviética de Chernobyl.
Durante la extracción de carbón, por ejemplo, cientos de personas mueren cada año alrededor del mundo en accidentes. Miles de mineros han muerto de enfermedades respiratorias. Miles mueren a causa de de la contaminación causada por el humo. El gas y el petróleo matan durante incendios y explosiones. Las plantas hidroeléctricas encuentran a sus víctimas en las comunidades río abajo cuando revientan. La generación de electricidad mata debido a las emisiones contaminantes de las plantas termoeléctricas, independientemente del combustible que utilicen. Y si la energía solar, del viento o de los océanos se utilizaran ampliamente y cubrieran una parte importante de las necesidades de energía de una economía avanzada, sin duda, también cobrarían víctimas de diversas maneras. Recuerden, essas energías no están libres de contaminación. Se requiere de energía y materiales para instalar y mantener funcionando ese tipo de plantas generadoras.
La energía nuclear tal vez no sea cien por ciento segura. Pero no es, sin embargo, especialmente peligrosa y es más segura que varias de sus rivales. Ofrece una fuente de energía relativamente limpia, barata y segura. Es, del modo en que actualmente puede utilizarse, un recurso renovable. Los nuevos reactores usan el combustible más eficientemente, son más seguros y nuevos métodos de manejo y almacenamiento seguro se desarrollan continuamente.
Haría falta que ocurrieran muchos accidentes para que una planta nuclear pudiera acercarse siquiera a la industria del carbón en términos de daños a la salud y a la vida. Una planta nuclear nunca podría tener el impacto ambiental causado al quemar carbón, especialmente el carbón sucio que los países en desarrollo utilizan. La energía de fusión probablemente sea la mejor posibilidad futura, si lograra desarrollarse, pero mientras tanto la energía nuclear es relativamente segura y limpia.
martes, 12 de febrero de 2008
5. Los precios de los bienes básicos deberían de estar controlados para que los pobres puedan comprarlos.
Los precios controlados son una de esas cosas que suenan bien en teoría pero que son desastrosas en la práctica. Los precios son señales que indican el estado de la oferta y la demanda, del mismo modo en que la escala de un termómetro nos informa sobre la temperatura. Así como no se puede controlar la temperatura acortando un termómetro, no se puede controlar la demanda y la oferta fijando los precios.
El aumento en los precios de bienes escasos, le indica a la gente que consuma menos o que utilice productos alternativos. A otros les indica que se deben producir más porque se pueden obtener utilidades al hacerlo. La combinación de menor consumo y mayor producción reduce la escasez. Pero ello sólo ocurrirá si se permite a los precios enviar sus señales. Si los precios se fijan por ley con el propósito de proteger a los pobres de sus efectos, no se desalentará el consumo, ni habrá razones para usar alternativas. Tampoco habrá ningún incentivo para que los productores lleven más producto al mercado.
Si el precio de la tortilla* de maíz se fija debido a un incremento de precios cuando hay escasez, no existe ningún incentivo para que la gente busque alternativas en otros alimentos. Tampoco habrá incentivo para que los agricultores lleven más maíz al mercado, o para que los comerciantes extranjeros para traigan maíz al país con la esperanza de obtener mayores ganancias. No existirá ninguna señal que indique que puede ganarse dinero sembrando más maíz.
Lo único que ocurre cuando se fijan los precios por ley es que los inventarios se agotan, usualmente porque nadie puede ganar dinero vendiendo al precio establecido. Entonces el gobierno vuelve a meter las manos para racionalizar los bienes escasos de forma “justa” y pasa nuevas leyes que prohiban su venta en el mercado negro. Esto ha ocurrido con el pan, las tortillas, el combustible y la vivienda de alquiler. Al final, el desenlace es claro: si fijas un precio, lo único que lograrás será limitar el abasto y agudizar la escasez.
Entrada original en inglés.
* En lugar del pan, que se utiliza como ejemplo en la entrada original he decidido utilizar a la tortilla de maíz por se más relevante para el lector de méxico.
lunes, 11 de febrero de 2008
4. A la gente rica no debería de permitírsele comprar mejores servicios de salud
La gente rica compra mejores versiones de casi todo. Compran automóviles más atractivos, mejores casas, sistemas de audio de mayor calidad, así como comida y ropa más cara. Esta es una razón por la que la gente quiere ganar más - la riqueza trae consigo la posibilidad de comprar mejores bienes y servicios, así como el tener más opciones para elegir.
Algunos argumentan que la educación y la salud deberían ser la excepción y que deberían ser de la misma calidad para todos y que nadie pudiera pagar por una mejor. Muy pocos dirían lo mismo respecto a otros bienes básicos como la alimentación o pedirían que el gobierno monopolizara la producción de alimentos y que nadie pudiera comprar algo mejor al estándar que el gobierno fuera capaz de proveer.
Cuando a la gente se le permite comprar mejores cosas, más dinero entra al mercado y lo que comienza siendo un lujo para los ricos eventualmente queda al alcance de casi todos. La televisión a color en alguna época sólo estuvo al alcance de los muy ricos. En muchos mercados los productos mejorados e innovadores tienen un precio alto – que permite a quienes los producen obtener mejores ganancias – pero terminan por bajar.
Si a la gente se le permite comprar mejor educación y salud, ello lleva más dinero a la salud y a la educación. Además permite al gobierno dirigir los recursos que tiene para gastar a atender las necesidades de aquellos incapaces de hacerlo por sí mismos, dándoles acceso a mejores servicios.
Algunos sienten que la igualdad sería más justa, pero en la naturaleza no existe la igualdad. Equipa a algunas personas con mayor inteligencia, mejor apariencia, o padres responsables. De forma similar en materia de salud, algunos por herencia genética tienen ventajas sobre otros. Lo que debemos buscar, en lugar de una igualdad inalcanzable, es una sociedad en la que todos tengan acceso a una educación que pueda desarrollar su potencial y aun sistema de salud que pueda ofrecer tratamiento adecuado a quienes lo necesitan.
Entrada original en inglés
viernes, 8 de febrero de 2008
3. La Revolución industrial trajo pobreza y miseria a las masas.
Las masas ya padecían bastante pobreza y miseria antes de que ella ocurriera. Es un mito romántico el de que el Medioevo fue una época color de rosa en la que los aldeanos pasaban sus tardes bailando alegremente antes de irse a casa a cenar un delicioso asado. Su realidad era una de trabajo arduo y sucio. La gente pasaba todo el día trabajando y subsistía a base de una dieta muy pobre que a menudo era insuficiente. La muerte por enfermedades o durante el parto era común, también lo eran la desnutrición y el hambre. Para tener una idea más clara de cómo era su vida basta mirar cómo se vive hoy en día en los países pobres con economías basadas en la agricultura.
La revolución industrial creó oportunidades de empleo que hacían posible el progreso. Es verdad, las mujeres y los niños trabajaban largas jornadas. Pero siempre lo habían hecho. Cierto es que sus condiciones de trabajo eran pobres y a menudo peligrosas. Pero siempre lo habían sido. Las casas de la clase trabajadora de las ciudades industriales eran mejores que las primitivas chozas en que vivían los pobres en el campo.
La industrialización hizo el trabajo más eficiente y permitió añadir valor a los bienes, lo cual hizo posible pagarle mejor a los trabajadores. Con la expansión de la producción mecanizada, los trabajadores poco a poco fueron capaces de adquirir con sus salarios mejor comida, mejor vestido, mejor alojamiento, mejores artículos domésticos e incluso lujos como el té. Fue la revolución industrial la que hizo posible que la gente se alejara de una vida de mera subsistencia y pudiera prosperar creando riqueza.
Los procesos creadores de riqueza eventualmente hicieron que la sociedad fuera capaz de financiar servicios de salud pública y otros servicios sociales. Permitieron que la seguridad en el trabajo fuera costeable. La riqueza generada fue la que permitió que las familias fueran suficientemente ricas como para educar a sus hijos en lugar de verse obligadas a enviarlos a trabajar.
Es natural que comparemos las condiciones que existían durante el inicio de la industrialización con las que nosotros tenemos y que nos parezcan terribles. Pero lo que deberíamos hacer es compararlas con las que existían antes de que el Capitalismo surgiera.
Entrada original en inglés.
jueves, 7 de febrero de 2008
2. A cambio de los derechos que nos otorga el gobierno, contraemos obligaciones ante éste.
Aunque a algunas personas poco afortunadas les son impuestos gobiernos por medios violentos, éstos deberían ser electos según nuestra conveniencia. Los gobiernos deben surgir del ejercicio de nuestros derechos, no deben ser la fuente de ellos. En una sociedad libre, para nuestra conveniencia podemos delegar nuestro derecho a la justicia a una autoridad imparcial formada por nuestros pares. Podemos elegir unirnos para defendernos contra una fuerza invasora. Es de este modo que surgen los poderes que le damos al gobierno.
Tenemos responsabilidades los unos con los otros. Ante todo, estamos obligados ante los demás a respetar sus derechos. Pero no contraemos responsabilidades ante el gobierno; es éste quien contrae ante nosotros la responsabilidad de realizar de forma justa y apropiada las tareas que le hemos asignado. El gobierno no debe ser un amo que nos mantenga alineados y que nos otorgue unos cuantos derechos a nosotros. Debe ser nuestro sirviente, un empleado que actúe según le instruyamos.
La tradición legal inglesa reconoce que la gente puede hacer lo que le plazca en tanto la ley no lo prohíba, pero bajo la tradición del Código Napoleonico la gente sólo puede hacer aquello que la ley específicamente permite. Esto conduce a la gente a suponer erróneamente que es el gobierno quien les otorga derechos, cuando sería más apropiado decir que es deber del gobierno reconocer esos derechos. Nuestra responsabilidad es la de conducirnos con justicia y decencia, es algo que le debemos a las demás personas, no al gobierno.
Entrada original en inglés.
martes, 5 de febrero de 2008
1. Sólo los culpables deben temer a la vigilancia y cateos policiales
El grito de batalla de las autoridades opresoras e interventoras siempre ha sido el de que "sólo los culpables tienen algo que temer". Eso no es verdad. Incluso los inocentes deben temer a un gobierno todo poderoso e interventor. En las sociedades libres debe permitirse a cada individuo tener un espacio que pueda mantener privado. No porque se vayan a guardar secretos culposos, sino para mantener en privado cosas que no le competen a nadie más.
¿Por qué habría de permitirse al gobierno abrir nuestro correo, husmear en nuestras comunicaciones electrónicas, intervenir nuestros teléfonos y espiarnos con sus cámaras? Tenemos todo el derecho a preguntarnos para qué querría el gobierno tanta información sobre nosotros. La sola posesión de esa información supone, en sí misma, un riesgo de abuso. A quienes tienen acceso a ella se les coloca en una posición de poder sobre otros; esa información podría ser utilizada para chantajear o intimidar. No haría falta que se tratara de una actividad ilegal, bastaría con que pudiera avergonzar a alguien de hacerse pública.
En las sociedades libres se imponen límites a la ley. Se le niega al gobierno el derecho de husmear con el pretexto de encontrar una culpabilidad poco probable y se le exige que demuestre la causa que justifique una investigación. Se demanda que se exprese cuál es el crimen del que se sospecha y no se autorizan búsquedas para ver qué pueden encontrar. No somos siervos o súbditos que deban quedarse en su sitio y obedecer las órdenes del poderoso gobierno: por el contrario, somos ciudadanos que mantenemos a un gobierno que debería servirnos a nosotros. No debemos darle más poder que el que el que nosotros acordemos y no debemos darle el poder de saber de nosotros más de lo que necesite para servirnos y protegernos.
Entrada Original en inglés.