jueves, 7 de febrero de 2008

2. A cambio de los derechos que nos otorga el gobierno, contraemos obligaciones ante éste.

El gobierno no nos otorga derechos; somos nosotros quienes podemos darle algunos poderes al gobierno. Los derechos que disfrutamos no nos fueron obsequiados graciosamente por la autoridad; son derechos que como seres humanos nos reconocemos los unos a los otros. Cada derecho supone una responsabilidad. Al derecho a la vida de una persona corresponde la obligación de otros a no quitársela. El derecho de propiedad de uno impone a los otros la obligación de no robar.
Aunque a algunas personas poco afortunadas les son impuestos gobiernos por medios violentos, éstos deberían ser electos según nuestra conveniencia. Los gobiernos deben surgir del ejercicio de nuestros derechos, no deben ser la fuente de ellos. En una sociedad libre, para nuestra conveniencia podemos delegar nuestro derecho a la justicia a una autoridad imparcial formada por nuestros pares. Podemos elegir unirnos para defendernos contra una fuerza invasora. Es de este modo que surgen los poderes que le damos al gobierno.
Tenemos responsabilidades los unos con los otros. Ante todo, estamos obligados ante los demás a respetar sus derechos. Pero no contraemos responsabilidades ante el gobierno; es éste quien contrae ante nosotros la responsabilidad de realizar de forma justa y apropiada las tareas que le hemos asignado. El gobierno no debe ser un amo que nos mantenga alineados y que nos otorgue unos cuantos derechos a nosotros. Debe ser nuestro sirviente, un empleado que actúe según le instruyamos.
La tradición legal inglesa reconoce que la gente puede hacer lo que le plazca en tanto la ley no lo prohíba, pero bajo la tradición del Código Napoleonico la gente sólo puede hacer aquello que la ley específicamente permite. Esto conduce a la gente a suponer erróneamente que es el gobierno quien les otorga derechos, cuando sería más apropiado decir que es deber del gobierno reconocer esos derechos. Nuestra responsabilidad es la de conducirnos con justicia y decencia, es algo que le debemos a las demás personas, no al gobierno.

Entrada original en inglés.

1 comentario:

J.S. Zolliker dijo...

Estimado Ramón, que bueno que estás haciendo esto. Seguro será de gran referencia para tantas otras cosas. Un abrazo, agradecimiento y felicitaciones!