lunes, 25 de febrero de 2008

12. Las marcas son básicamente un timo para que la gente pague precios altos por bienes que no lo ameritan.

Escrito por el Dr Madsen Pirie

Un producto de una marca famosa usualmente se vende a un precio mayor que el de un competidor sin marca, pero existe una razón para ello. A falta de un conocimiento personal de la parte vendedora, como el que se puede tener de un vendedor local, las marcas sirven como un símbolo de confianza. Quienes han obtenido buena calidad y valor de una marca, pueden confiar en ella. Los productores valoran su reputación porque ello les permite mantener a sus clientes actuales y atraer a nuevos clientes.

La marca tiene un valor comercial. Es como un sello de calidad que le indica al consumidor que es lo que pueden esperar y en qué pueden confiar. Esta es la razón fundamental por las que las marcas se publicitan y dicho sea de paso, se falsifican. Un productor de bienes de dudosa calidad puede tratar de ocultarlas valiéndose del nombre y reputación de una marca famosa.

Las cosas no termina ahí. La publicidad a menudo comunica una imagen que la gente asocia con la marca, de tal modo que los clientes compran la imagen asociada con la marca además de la reputación de la misma. En los países en desarrollo algunas marcas de whisky escocés son consideradas como “aspiracionales” y se publicitan como algo ligado con el éxito. Los consumidores compran algo más que whisky; ellos expresan así la asociación que este tiene con el éxito y su propia determinación a tener éxito. Estos “intangibles” no deben ser menospreciados. La sensación aspiracional puede llegar a recordarse mucho tiempo después de que el whisky y la correspondiente resaca hayan sido olvidados.

El adolecente que desea expresar una identidad independiente a la de sus padres puede escoger marcas asociadas con aquello que él o ella crean que ilustran mejor lo que quieren ser. Las marcas sirven para proyectar una identidad y decir algo sobre la personas. Si la gente paga está dispuesta a pagar un extra es porque creen que vale la pena hacerlo.

Entrada original en inglés.

domingo, 24 de febrero de 2008

11. El mercado de valores no es más que un casino.


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Originally uploaded by phantomporks
Escrito por el Dr Madsen Pirie

Hay gente que compra títulos bursátiles del mismo modo en que apuesta a algún número en una ruleta, algunas veces ganan y algunas veces pierden. Por ello, algunos lo ven como un casino, pero la realidad es bastante diferente.

En primer lugar, los resultados de una ruleta son aleatorios. Los resultados del mercado bursátil no lo son. En ellos influyen muchos factores, incluyendo la política internacional, la psicología de los inversionistas, las acciones de los bancos y el gobierno, los fenómenos naturales, las acciones humanas, las tendencias económicas globales, por solo mencionar algunos. Los inversionistas hábiles pueden mirar esos factores, decidir cuáles son relevantes y calcular cuales títulos tienen probabilidades aumentar su valor y cuales lo perderán. Esto no ocurre en un casino.

Existe además otra diferencia más importante. El mercado de valores ayuda a financiar a los negocios y a las industrias. Cuando una empresa emite valores, la gente puede comprarlos con la esperanza de ganar dividendos de sus utilidades y la posibilidad de que el valor de su inversión aumente conforme la empresa prospera. Los accionistas son copropietarios de la empresa y su destino está ligado al de ella. Si logra ganar dinero, ellos también. Cuando la gente compra títulos de otros y empujan el precio al alza lo hacen porque creen que vale más de lo que su precio sugiere. Cuando las acciones de una empresa aumentan de esta forma, el valor nominal de la empresa también crece y se vuelve más fácil y generalmente más barato para ella obtener financiamiento para su desarrollo y expansión.

El mercado de valores se parece a un mercado de pueblo, en el que la gente anuncia a gritos que compra y que vende, y los precios reflejan el hecho de que algunas acciones son populares y que otras no lo son. Envían una señal sobre dónde se requiere inversión y dónde podrían conseguirse mayores utilidades. Le deja saber a la gente, segundo a segundo el estado que guarda la economía y dónde valdría más la pena participar en ella.

Entrada original en inglés.

sábado, 23 de febrero de 2008

10. Debe obligarse a todos a utilizar los sistemas públicos de salud y educación para que exijan su mejora.


Quirófano Listo
Originally uploaded by k-brito
Escrito por el Dr Madsen Pirie

La idea detrás de esta afirmación es que la clase media no hará nada a menos que tenga algo que ganar y que debe forzarse a tanta gente como sea posible a utilizar servicios inadecuados y deficientes para que mediante la presión de las protestas las cosas mejoren.

En primer término se subestima la habilidad de la clase media para conseguir lo que necesite del sistema. No serían las personas mejor preparadas y seguras de sí mismas quienes padecerían en mayor grado las deficiencias de los servicios públicos. Ellas serían capaces de conseguir lo que necesiten del sistema y los pobres e ignorantes no podrían competir con ellos. Los pobres e ignorantes terminarían recibiendo los peores servicios de salud y educación de parte del gobierno.

Los críticos de los servicios privados de salud y educación señalan que éstos crean un sistema de dos niveles, con servicios adecuados para las clases medias y deficientes para los pobres. Pero no logran darse cuenta de que en los sistemas públicos también habría dos niveles de servicio.

Se subestima además la capacidad de las clases medias para apoyar causas que no les generan ningún beneficio personal. Ellas son el sustento de la mayoría de las organizaciones filantrópicas y humanitarias. Las clases medias han luchado en el pasado por mejorar las condiciones de vida de los pobres y no van a dejar de hacerlo ahora. No necesitan ser condenadas a un utilizar un servicio malo para exigir su mejoría. Al contrario, si se les obliga a utilizarlos podrían dedicar sus energías para asegurarse un servicio adecuado para sí mismos antes que cualquier otra cosa. Si a la gente se le permite buscar alternativas, surgen nuevos estándares de los que otros podrían beneficiarse.

La razón verdadera para querer obligar a las clases medias a utilizar los servicios de salud pública es la de promover una sociedad igualitarista al impedir que escojan alternativas. Pero la falta de competencia va en contra de la mejora de los servicios en cuestión.

Entrada original en inglés.

Nota: Esta entrada me resultó particularmente difícil de traducir de modo que hiciera sentido para mi audiencia objetivo. He tratado de conservar el sentido de la entrada pero no he tenido más remedio que alejarme un poco de la redacción original.

jueves, 21 de febrero de 2008

9. Está mal permitir que los niños brillantes asistan a escuelas especiales. Ello priva a las escuelas oridinarias de su influencia positiva.

Escrito por el Dr Madsen Pirie

Si se considera que los niños son propiedad del gobierno y que existen para servirle, entonces a los más brillantes hay que tratarlos como un bien escaso que debe ser debidamente racionado.

La idea de repartir su “influencia positiva” en la sociedad tiene su origen en una lógica perversa. Si aceptáramos seguirla, sería una pena aplicarla solamente a la inteligencia. ¿Porqué no repartir a los niños bien parecidos de forma equitativa, de modo que los diversos grupos tengan acceso equitativo a su belleza? Quizás también deberían distribuirse a los más amables de modo que se comparta equitativamente su buena disposición.

Esta noción perversa supone que los niños, sean o no brillantes, deben ser tratados como instrumentos al servicio de otros, en lugar de fines en sí mismos. Los niños no existen para servir al gobierno, el gobierno existe para servirles a ellos.

Debería de preocuparnos qué es lo que beneficia a los individuos en cuestión, en lugar de preguntarnos como pueden ser útiles a la sociedad desde un punto de vista ideológico.

Detrás de esa idea se esconde la doctrina del igualitarismo y el sentimiento de que algunos niños no deberían ser más brillantes que otros. Con ello viene la decisión de que nada debería de hacerse por alentarlos. Para ello hay que oponerse a la existencia de escuelas especiales donde los niños brillantes puedan sentir la competencia y los retos de otros niños como ellos e impulsarlos a llegar más lejos.

Este punto de vista no solo es maligno para los niños involucrados, se opone al mejoramiento de la sociedad en su conjunto. Muchas veces son esos niños brillantes quienes logran cosas importantes, quienes desarrollan nuevos productos y procesos, quienes generan nuevas ideas que benefician a toda la sociedad. Al frenarlos cuando son jóvenes, podríamos impedirles desarrollar esas capacidades.

Entrada original en inglés.

martes, 19 de febrero de 2008

8. A las grandes empresas solo les importan las utilidades.


Money for nuthin (part 1)
Originally uploaded by ThomasThomas
Escrito por el Dr Madsen Pirie

Esto supondría que todo lo demás debe ser ignorado o puesto en segundo término en su búsqueda inmoral y desconsiderada de utilidades. Eso ni siquiera se acerca a la realidad. De hecho, la actividad empresarial la realizan personas sujetas a los mismos límites morales que el resto de las personas. Es más, debido a la naturaleza de su actividad, estos límites son aún más estrechos.

Hacer negocios no significa timar a las personas o engañarlas de modo que paguen de más por algo que no desean. Por el contrario, una persona de negocios les proporciona bienes y servicios que prefieren tener en lugar de dinero. A cambio, el hombre de negocios recibe algo que prefiere tener en lugar de los bienes y servicios que proporciona, el dinero. Ambas partes ganan con la transacción. La inmensa mayoría de las personas de negocios participan de en actividades honestas e incluso honorables.

La actividad empresarial está basada en la confianza. El comprador confía que el vendedor le entregará bienes de la calidad esperada y el vendedor confía en que el comprador pagara por ellas conforme fue acordado.

Por supuesto que las empresas buscan utilidades, para eso están. Pero si buscan maximizar sus utilidades en el corto plazo sacrificando la calidad y la integridad, saben que estarán en problemas. Las empresas ganan nuevos clientes y mantienen a sus clientes si su reputación es buena. Es una estrategia de largo plazo construir y mantener la confianza. Va en contra de los intereses de la empresa engañar a sus consumidores o venderles productos malos. Su reputación y negocio sufrirían a causa de ello.

Las grandes empresas no pueden contactar a sus clientes cara a cara del modo en que un pequeño comerciante lo hace para construir una relación de confianza. Es por eso que para las empresas grandes es de suma importancia proteger su reputación y sus maracas pues en ellas se deposita la confianza de los consumidores. A las empresas les importan no solo las utilidades, sino también su buen nombre.

Entrada original en inglés.

domingo, 17 de febrero de 2008

7. El socialismo verdadero nunca se ha puesto en práctica.


Mao & Stalin
Originally uploaded by andydoro
Escrito por el Dr Madsen Pirie

Tampoco el capitalismo “verdadero”. Si lo que se ha probado en los países capitalistas es el capitalismo, entonces lo que se ha probado en los países socialistas ha sido el socialismo. Debemos medir con la misma vara. O hablamos del socialismo y el capitalismo en el mundo real, con todas sus imperfecciones y particularidades, o hablamos de algún ideal teórico de lo que cada uno podría ser si el mundo y la gente fueran de otro modo.

Con demasiada frecuencia quienes simpatizan con el socialismo quieren comparar lo que el capitalismo es en la práctica con alguna idea que ellos tienen sobre cómo sería su utopía socialista. La verdad es que el socialismo se ha probado en muchos países en distintas formas y con pésimos resultados en todos ellos. Lo caracterizan el sufrimiento, la escasez y eliminación de libertades. En la mayoría de los casos ha ido acompañado asesinatos masivos.

No se trata de un accidente causado por una traición a la revolución, sino de una falla inherente a la idea en sí misma. Tratar de hacer de los hombres y las mujeres algo que no son y que no quieren ser. Busca que ellos se apeguen a la visión socialista de lo que deberían pensar y deberían ser. Pero como los hombres y las mujeres en el mundo real actúan conforme a sus propias motivaciones y tienen sus propios deseos y preferencias, en un estado socialista deben ser forzados a comportarse de otra manera. La coerción es parte esencial del socialismo.

El capitalismo, con sus mercados libres y su libertad para elegir, con todos sus defectos, ha probado ser más exitoso, eficiente y humano. Produce bienes mejor de lo que lo hacen las economías socialistas, y lo logra al mismo tiempo que permite una amplia gama de libertades. Es compatible con las libertades políticas, con la libertad de prensa y asociación, de empleo y tránsito, mismas que no se permiten en los países socialistas.


Entrada Original en Inglés.

sábado, 16 de febrero de 2008

6. La energía nuclear es especialmente peligrosa y debería estar prohibida.

Escrito por el Dr Madsen Pirie


Casi todas las formas de producir energía son peligrosas. El número de muertes y lesiones graves causadas por la generación de energía nuclear es bastante bajo, aún incluyendo las que fueron causadas por el desastre de la planta soviética de Chernobyl.


Durante la extracción de carbón, por ejemplo, cientos de personas mueren cada año alrededor del mundo en accidentes. Miles de mineros han muerto de enfermedades respiratorias. Miles mueren a causa de de la contaminación causada por el humo. El gas y el petróleo matan durante incendios y explosiones. Las plantas hidroeléctricas encuentran a sus víctimas en las comunidades río abajo cuando revientan. La generación de electricidad mata debido a las emisiones contaminantes de las plantas termoeléctricas, independientemente del combustible que utilicen. Y si la energía solar, del viento o de los océanos se utilizaran ampliamente y cubrieran una parte importante de las necesidades de energía de una economía avanzada, sin duda, también cobrarían víctimas de diversas maneras. Recuerden, essas energías no están libres de contaminación. Se requiere de energía y materiales para instalar y mantener funcionando ese tipo de plantas generadoras.

La energía nuclear tal vez no sea cien por ciento segura. Pero no es, sin embargo, especialmente peligrosa y es más segura que varias de sus rivales. Ofrece una fuente de energía relativamente limpia, barata y segura. Es, del modo en que actualmente puede utilizarse, un recurso renovable. Los nuevos reactores usan el combustible más eficientemente, son más seguros y nuevos métodos de manejo y almacenamiento seguro se desarrollan continuamente.

Haría falta que ocurrieran muchos accidentes para que una planta nuclear pudiera acercarse siquiera a la industria del carbón en términos de daños a la salud y a la vida. Una planta nuclear nunca podría tener el impacto ambiental causado al quemar carbón, especialmente el carbón sucio que los países en desarrollo utilizan. La energía de fusión probablemente sea la mejor posibilidad futura, si lograra desarrollarse, pero mientras tanto la energía nuclear es relativamente segura y limpia.

Entrada original en inglés.

martes, 12 de febrero de 2008

5. Los precios de los bienes básicos deberían de estar controlados para que los pobres puedan comprarlos.


Tortilleria
Originally uploaded by Rene Venturoso
Escrito por el Dr Madsen Pirie

Los precios controlados son una de esas cosas que suenan bien en teoría pero que son desastrosas en la práctica. Los precios son señales que indican el estado de la oferta y la demanda, del mismo modo en que la escala de un termómetro nos informa sobre la temperatura. Así como no se puede controlar la temperatura acortando un termómetro, no se puede controlar la demanda y la oferta fijando los precios.

El aumento en los precios de bienes escasos, le indica a la gente que consuma menos o que utilice productos alternativos. A otros les indica que se deben producir más porque se pueden obtener utilidades al hacerlo. La combinación de menor consumo y mayor producción reduce la escasez. Pero ello sólo ocurrirá si se permite a los precios enviar sus señales. Si los precios se fijan por ley con el propósito de proteger a los pobres de sus efectos, no se desalentará el consumo, ni habrá razones para usar alternativas. Tampoco habrá ningún incentivo para que los productores lleven más producto al mercado.

Si el precio de la tortilla* de maíz se fija debido a un incremento de precios cuando hay escasez, no existe ningún incentivo para que la gente busque alternativas en otros alimentos. Tampoco habrá incentivo para que los agricultores lleven más maíz al mercado, o para que los comerciantes extranjeros para traigan maíz al país con la esperanza de obtener mayores ganancias. No existirá ninguna señal que indique que puede ganarse dinero sembrando más maíz.

Lo único que ocurre cuando se fijan los precios por ley es que los inventarios se agotan, usualmente porque nadie puede ganar dinero vendiendo al precio establecido. Entonces el gobierno vuelve a meter las manos para racionalizar los bienes escasos de forma “justa” y pasa nuevas leyes que prohiban su venta en el mercado negro. Esto ha ocurrido con el pan, las tortillas, el combustible y la vivienda de alquiler. Al final, el desenlace es claro: si fijas un precio, lo único que lograrás será limitar el abasto y agudizar la escasez.


Entrada original en inglés.

* En lugar del pan, que se utiliza como ejemplo en la entrada original he decidido utilizar a la tortilla de maíz por se más relevante para el lector de méxico.

lunes, 11 de febrero de 2008

4. A la gente rica no debería de permitírsele comprar mejores servicios de salud


Hospital de Occidente IMSS
Originally uploaded by Caribe
Escrito por el Dr Madsen Pirie

La gente rica compra mejores versiones de casi todo. Compran automóviles más atractivos, mejores casas, sistemas de audio de mayor calidad, así como comida y ropa más cara. Esta es una razón por la que la gente quiere ganar más - la riqueza trae consigo la posibilidad de comprar mejores bienes y servicios, así como el tener más opciones para elegir.

Algunos argumentan que la educación y la salud deberían ser la excepción y que deberían ser de la misma calidad para todos y que nadie pudiera pagar por una mejor. Muy pocos dirían lo mismo respecto a otros bienes básicos como la alimentación o pedirían que el gobierno monopolizara la producción de alimentos y que nadie pudiera comprar algo mejor al estándar que el gobierno fuera capaz de proveer.

Cuando a la gente se le permite comprar mejores cosas, más dinero entra al mercado y lo que comienza siendo un lujo para los ricos eventualmente queda al alcance de casi todos. La televisión a color en alguna época sólo estuvo al alcance de los muy ricos. En muchos mercados los productos mejorados e innovadores tienen un precio alto – que permite a quienes los producen obtener mejores ganancias – pero terminan por bajar.
Si a la gente se le permite comprar mejor educación y salud, ello lleva más dinero a la salud y a la educación. Además permite al gobierno dirigir los recursos que tiene para gastar a atender las necesidades de aquellos incapaces de hacerlo por sí mismos, dándoles acceso a mejores servicios.

Algunos sienten que la igualdad sería más justa, pero en la naturaleza no existe la igualdad. Equipa a algunas personas con mayor inteligencia, mejor apariencia, o padres responsables. De forma similar en materia de salud, algunos por herencia genética tienen ventajas sobre otros. Lo que debemos buscar, en lugar de una igualdad inalcanzable, es una sociedad en la que todos tengan acceso a una educación que pueda desarrollar su potencial y aun sistema de salud que pueda ofrecer tratamiento adecuado a quienes lo necesitan.

Entrada original en inglés

viernes, 8 de febrero de 2008

3. La Revolución industrial trajo pobreza y miseria a las masas.


Industrial revolution
Originally uploaded by blvesboy
Escrito por el Dr Madsen Pirie

Las masas ya padecían bastante pobreza y miseria antes de que ella ocurriera. Es un mito romántico el de que el Medioevo fue una época color de rosa en la que los aldeanos pasaban sus tardes bailando alegremente antes de irse a casa a cenar un delicioso asado. Su realidad era una de trabajo arduo y sucio. La gente pasaba todo el día trabajando y subsistía a base de una dieta muy pobre que a menudo era insuficiente. La muerte por enfermedades o durante el parto era común, también lo eran la desnutrición y el hambre. Para tener una idea más clara de cómo era su vida basta mirar cómo se vive hoy en día en los países pobres con economías basadas en la agricultura.

La revolución industrial creó oportunidades de empleo que hacían posible el progreso. Es verdad, las mujeres y los niños trabajaban largas jornadas. Pero siempre lo habían hecho. Cierto es que sus condiciones de trabajo eran pobres y a menudo peligrosas. Pero siempre lo habían sido. Las casas de la clase trabajadora de las ciudades industriales eran mejores que las primitivas chozas en que vivían los pobres en el campo.

La industrialización hizo el trabajo más eficiente y permitió añadir valor a los bienes, lo cual hizo posible pagarle mejor a los trabajadores. Con la expansión de la producción mecanizada, los trabajadores poco a poco fueron capaces de adquirir con sus salarios mejor comida, mejor vestido, mejor alojamiento, mejores artículos domésticos e incluso lujos como el té. Fue la revolución industrial la que hizo posible que la gente se alejara de una vida de mera subsistencia y pudiera prosperar creando riqueza.

Los procesos creadores de riqueza eventualmente hicieron que la sociedad fuera capaz de financiar servicios de salud pública y otros servicios sociales. Permitieron que la seguridad en el trabajo fuera costeable. La riqueza generada fue la que permitió que las familias fueran suficientemente ricas como para educar a sus hijos en lugar de verse obligadas a enviarlos a trabajar.

Es natural que comparemos las condiciones que existían durante el inicio de la industrialización con las que nosotros tenemos y que nos parezcan terribles. Pero lo que deberíamos hacer es compararlas con las que existían antes de que el Capitalismo surgiera.

Entrada original en inglés.

jueves, 7 de febrero de 2008

2. A cambio de los derechos que nos otorga el gobierno, contraemos obligaciones ante éste.

El gobierno no nos otorga derechos; somos nosotros quienes podemos darle algunos poderes al gobierno. Los derechos que disfrutamos no nos fueron obsequiados graciosamente por la autoridad; son derechos que como seres humanos nos reconocemos los unos a los otros. Cada derecho supone una responsabilidad. Al derecho a la vida de una persona corresponde la obligación de otros a no quitársela. El derecho de propiedad de uno impone a los otros la obligación de no robar.
Aunque a algunas personas poco afortunadas les son impuestos gobiernos por medios violentos, éstos deberían ser electos según nuestra conveniencia. Los gobiernos deben surgir del ejercicio de nuestros derechos, no deben ser la fuente de ellos. En una sociedad libre, para nuestra conveniencia podemos delegar nuestro derecho a la justicia a una autoridad imparcial formada por nuestros pares. Podemos elegir unirnos para defendernos contra una fuerza invasora. Es de este modo que surgen los poderes que le damos al gobierno.
Tenemos responsabilidades los unos con los otros. Ante todo, estamos obligados ante los demás a respetar sus derechos. Pero no contraemos responsabilidades ante el gobierno; es éste quien contrae ante nosotros la responsabilidad de realizar de forma justa y apropiada las tareas que le hemos asignado. El gobierno no debe ser un amo que nos mantenga alineados y que nos otorgue unos cuantos derechos a nosotros. Debe ser nuestro sirviente, un empleado que actúe según le instruyamos.
La tradición legal inglesa reconoce que la gente puede hacer lo que le plazca en tanto la ley no lo prohíba, pero bajo la tradición del Código Napoleonico la gente sólo puede hacer aquello que la ley específicamente permite. Esto conduce a la gente a suponer erróneamente que es el gobierno quien les otorga derechos, cuando sería más apropiado decir que es deber del gobierno reconocer esos derechos. Nuestra responsabilidad es la de conducirnos con justicia y decencia, es algo que le debemos a las demás personas, no al gobierno.

Entrada original en inglés.

martes, 5 de febrero de 2008

1. Sólo los culpables deben temer a la vigilancia y cateos policiales


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Originally uploaded by floze
Escrito por el Dr Madsen Pirie

El grito de batalla de las autoridades opresoras e interventoras siempre ha sido el de que "sólo los culpables tienen algo que temer". Eso no es verdad. Incluso los inocentes deben temer a un gobierno todo poderoso e interventor. En las sociedades libres debe permitirse a cada individuo tener un espacio que pueda mantener privado. No porque se vayan a guardar secretos culposos, sino para mantener en privado cosas que no le competen a nadie más.

¿Por qué habría de permitirse al gobierno abrir nuestro correo, husmear en nuestras comunicaciones electrónicas, intervenir nuestros teléfonos y espiarnos con sus cámaras? Tenemos todo el derecho a preguntarnos para qué querría el gobierno tanta información sobre nosotros. La sola posesión de esa información supone, en sí misma, un riesgo de abuso. A quienes tienen acceso a ella se les coloca en una posición de poder sobre otros; esa información podría ser utilizada para chantajear o intimidar. No haría falta que se tratara de una actividad ilegal, bastaría con que pudiera avergonzar a alguien de hacerse pública.

En las sociedades libres se imponen límites a la ley. Se le niega al gobierno el derecho de husmear con el pretexto de encontrar una culpabilidad poco probable y se le exige que demuestre la causa que justifique una investigación. Se demanda que se exprese cuál es el crimen del que se sospecha y no se autorizan búsquedas para ver qué pueden encontrar. No somos siervos o súbditos que deban quedarse en su sitio y obedecer las órdenes del poderoso gobierno: por el contrario, somos ciudadanos que mantenemos a un gobierno que debería servirnos a nosotros. No debemos darle más poder que el que el que nosotros acordemos y no debemos darle el poder de saber de nosotros más de lo que necesite para servirnos y protegernos.

Entrada Original en inglés.