Escrito por el Dr Madsen Pirie
Hay encuestas que muestran que en la Gran Bretaña hay la misma proporción de personas felices hoy que hace 20 años cuando los estándares de vida eran menores. A partir de esto, Lord Layard y otros llegan a la conclusión de que el crecimiento económico no genera felicidad, por lo que deberíamos buscar una sociedad más simple y equitativa en lugar de una más próspera.
Hay cosas que pueden decirse en favor de la riqueza y el crecimiento económico: Genera mayores oportunidades; a ciertos niveles elimina fuentes evitables de infelicidad como el hambre y la enfermedad; facilita alcanzar metas y conduce a una vida más plena y satisfactoria
.
Las encuestas sobre la felicidad también muestran que la gente es más feliz cuando siente que sus condiciones de vida mejoran. Son menos proclives a decir que son felices quienes viven en una sociedad rica pero estática que quienes viven en una sociedad menos rica pero progresando. Es la posibilidad mejora lo que cuenta, no el nivel de vida que se haya alcanzado. Jefferson atinó al hablar de la importancia de “la búsqueda de la felicidad” en lugar de la de alcanzar cierto nivel de ella.
Los seres humanos no suelen alcanzar un estado de alegría permanente. Buscan los retos y las emociones que supone lograr algo. La calma y la paz no son para ellos. Aquellos que creen que la felicidad radica simplemente en satisfacer ciertas necesidades no logran ver que el ser humano necesita de retos y cambio. Los humanos aspiran más. Mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho.
No le corresponde a los opinantes en temas económicos establecer qué niveles de riqueza o logro se les debe permitir a las personas para que sean suficientemente felices. Son las personas quienes determinan tales límites si es que los hay. Para alcanzar una sociedad donde más gente sea feliz, lejos de limitar el crecimiento económico debería buscarse que los ciudadanos tengan oportunidades de progreso.
Entrada original en inglés.
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2 comentarios:
Sí, eso de que el dinero no produce la felicidad y de que se puede ser feliz en la pobreza, es una leyenda urbana que hacen circular los ricos para que no les tengamos envidia.
O como diría Manolito, el amigo de Mafalda: "El dinero no es la felicidad, pero la imita bastante bien."
Un Abrazo.
Antonio,
Si se puede ser feliz en la pobreza, en tanto exista la posibilidad de salir de ella.
Mis abuelos fueron pobres en la pobreza y lo eran porque sabían que con el trabajo que hacían lograrían, como lo hicieron, salir de ella.
Lo que es muy difícil(si no es que imposible) es ser feliz sin esperanza, sin retos, sin la oportunidad de mejorar. Lo mismo vale para pobres y ricos.
Yo creo que la frase "el dinero no compra la felicidad" la acuñaron los ricos que a pesar de su dinero no lograban alcanzar aquello que deseaban.
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